La Habana, 20 de mayo de 2023
Estimados (a) académicos, jóvenes y científicos asociados, demás miembros de la comunidad científica cubana,
Cuando se fundó la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana, el 19 de mayo de 1861, se erigió en la historia de la ciencia cubana un hecho que, además de hacer justicia para integrar a la mayor suma de cultura y de saberes, que en el siglo XIX había producido la nación cubana, cómo expresara Enrique, José Varona, se construiría una nueva era en la integración del pensamiento, la cultura y los saberes científicos de una nación.
La tenacidad y perseverancia, les permitió a aquellos científicos del siglo XIX crear la primer Real Academia de una colonia, fuera de las europeas y la primera del continente americano. Desde ese momento hasta el presente se han enriquecido las contribuciones y aportes científicos, la historia nacional y también la universal.
A 162 años de este trascendental hecho histórico, la Academia de Ciencias de Cuba, fiel continuadora de la Real Academia habanera reúne, por un lado, dentro de su membresía, a científicos de un alta excelencia, preparación y afán por contribuir al mejor desarrollo de nuestra nación en medio de las complejidades de las diferentes épocas. Por ello, fue una decisión expandir su membresía en toda la isla y también fuera de sus fronteras nacionales. Creó nuevos núcleos en diferentes regiones de Cuba, las conocidas filiales. Ellas integran no solamente a los miembros de la academia, sino a aquella excelencia de la comunidad científica que, sin ser miembros oficiales de la institución, contribuyen al quehacer de la academia actual.
Junto a ello, la academia actual cuenta con una academia joven dentro de su membresía, es la academia que más mujeres reúne, es distintivo también el hecho de contar con las filiales que le han permitido crear una red nacional integrado en el trabajo, no existente en otras academias nacionales. Elegimos a más de 20 académicos de honor, definimos la condición de científicos asociados y hemos establecido fuentes de integración y de trabajo conjunto con las universidades, los centros de investigaciones, OACEs, el CITMA, así como con academias internacionales y otras organizaciones científicas. La ACC contribuyó a que en la Carta Magna se reflejara un nuevo concepto del papel de la ciencia para conectar la ciencia con la producción de bienes y servicios.
No sería suficiente en este espacio describir lo que se ha hecho y se hace actualmente, como expresión también del compromiso heredado de cuando se creó y fundó en 1962, como la primera institución científica multidisciplinaria de la nación cubana, dando continuidad al pensamiento de crear una sociedad de hombres de ciencia y pensamiento, expresado por Fidel en 1960.
Tampoco mis palabras serían suficientes para agradecer a todos los miembros de la Academia de Ciencias de Cuba, en especial, a su Consejo Directivo, a las filiales por todo el esfuerzo que realizan.
Sin lugar a dudas, esta Academia abrió una nueva etapa en aportes al desarrollo económico y social de la nación cubana. Sigue la batalla para contribuir a crear esa sociedad basada en el conocimiento a lo que nos ha convocado nuestro Presidente de la República actual. Felicidades a todos por el 162 aniversario, que marca una nueva etapa para seguir desde la ciencia y la innovación fortaleciendo el mayor recurso que tiene la nación cubana: su potencial humano.
Dr.Cs. Luis C. Velázquez Pérez
Presidente