
El próximo lunes 14 de Noviembre se verá la Luna más grande y brillante de los últimos 68 años.
Este es un fenómeno regular que con mayor o menor espectacularidad ocurre debido a las características propias de la órbita lunar alrededor de la Tierra.
Ese día se podrá observar la SuperLuna más grande en casi 70 años.
Popularmente se conoce por SuperLuna el efecto visual que presenta nuestro satélite natural terrestre cuando coincide la Luna llena con su perigeo o mayor acercamiento del satélite a la Tierra debido a la elipticidad de su órbita.
En esta ocasión la Luna llena podrá observarse en su mayor esplendor estando aproximadamente unas dos horas por el perigeo para luego volver a alejarse lentamente al paso de los días.
El efecto visual hace que se vea una Luna enorme sobre todo si se observa esta cuando está cerca del horizonte- cuando comienza a salir, en el atardecer- afectada por el efecto de refracción de la atmosfera y más aún si se le interpone como comparación algún objeto terrestre como un árbol o un edificio distante.
La coincidencia de estas circunstancias podrá ser observada si hay cielo despejado para cualquier observador el 14 de noviembre y será algo ciertamente extraordinario.
Cuando la Luna alcanza su posición más alejada de la Tierra se dice que está en su apogeo. En su punto opuesto, el perigeo, puede estar hasta 50.000 kilómetros más cerca de la Tierra que en el apogeo.
El satélite natural no se aproximaba tanto a la Tierra desde 1948 y no volverá a hacerlo hasta el 2034.
En esta ocasión, la Luna se encontrará 48.280 kilómetros más cerca de la Tierra que cuando estuvo recientemente en su apogeo, el punto más lejano de la órbita.
A excepción del eclipse de SuperLuna de 2015, no ha habido ni habrá una Luna llena tan especial en mucho tiempo (aun cuando se den curiosamente tres SuperLunas consecutivas en los últimos tres meses del año: la anterior ocurrió el 16 de octubre y la última será el 14 de diciembre).
La mejor manera de ver una SuperLuna es desplazarse a un lugar abierto en el campo, alejado de las grandes ciudades y de la iluminación artificial muy potente.
Al igual que cualquier Luna llena, el cuerpo celeste se ve más grande y extraordinariamente brillante si se observa cuando aparece en el horizonte debido al efecto de la refracción atmosférica.
Aunque las SuperLunas se ven un 14% más grandes y un 30% más luminosas que las Lunas llenas comunes, estas son todavía más sorprendentes cuando están en la línea del horizonte y no en lo alto del cielo.
Durante una SuperLuna no va ocurrir el fin del mundo, ni por supuesto ningún aumento de comportamientos anormales debidos a esa causa, cualquier atribución de este tipo que se haga es pura especulación subjetiva sin base científicamente comprobada.