ROSA ELENA SIMEÓN NEGRÍN MUJER, CIENTÍFICA, PRESIDENTA DE LA ACADEMIA, MINISTRA 1943-2004

Hoy, 22 de octubre del 2019 se cumplen 15 años del fallecimiento de la Dra. Rosa Elena Simeón. Constituye aún una deuda pendiente el estudio y la profundización de la obra científica, curriculum, vida y aportes a la ciencia cubana de Rosa Elena Simeón Negrín, sus inicios como científica, sus artículos, su tesis doctoral, su compromiso y sus vivencias, los centros de investigación que fundó a lo largo y ancho del archipiélago cubano, su prestigio en espacios nacionales e internacionales. Es poco lo que se ha divulgado de su obra y ejemplo y también son pocos los testimonios recogidos de quienes la siguieron, la acompañaron, la conocieron y fueron sus contemporáneos, testigos de sus sueños, de sus éxitos, de su fuerte personalidad,  y también de sus desaciertos.
En 1969, fue nombrada jefa del Departamento de Virología del CENIC y se le asigna la tarea de asesorar el Departamento de Virología animal.
En 1970 se convirtió en la jefa del Departamento de Microbiología de dicha Institución.
En 1971 ocurrió la primera epidemia de la grave infección denominada “Fiebre porcina africana”, nunca antes registrada en Cuba. Rosa Elena es llamada para dirigir la estrategia nacional y medidas drásticas para su erradicación. Tenía apenas 28 años. La segunda epidemia se produce en 1980, causando ambas graves pérdidas económicas en el país y en la población rural.  Rosa Elena, responsabilizada con la tarea y al frente de un equipo de científicos logra eliminar la cadena y la epidemia.
Contaba Rosa Elena que ella aprovechó su embarazo para escribir en esos meses su Tesis de Doctorado el cual defendió con éxito en Medicina Veterinaria en 1975, (¡con 32 años!).
En 1975, recién concluido su Doctorado, Rosa Elena fué nombrada directora del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (CENSA), y Presidenta de su Consejo científico.  El CENSA es una institución de excelencia de la ciencia cubana, auspiciadora de la Academia de Ciencias de Cuba, formadora de varias generaciones de eminentes científicos y científicas donde, durante más de 4 décadas, se han desarrollado estudios e investigaciones para prevenir y tratar enfermedades en vegetales y animales, particularmente aquellas que son propias de las áreas tropicales.
Es en 1985 cuando es designada, por sus propios méritos científicos, sentido de la responsabilidad, honestidad, consagración y fidelidad a su Patria, como la primera mujer y única hasta la fecha que ha ocupado el cargo de Presidenta de la Academia de Ciencias de Cuba.
En 1988 fue elegida Heroína Nacional del trabajo, distinción que otorga el Estado cubano por el esfuerzo y los resultados en diferentes campos, incluida la Ciencia.
En 1990 recibió la Orden Carlos J. Finlay, que lleva el nombre del mas eminente científico y sanitarista cubano que a finales del Siglo XIX descubrió que el mosquito era el responsable de la transmisión de la fiebre amarilla.
Cuando la crisis económica y social, con el desplome de la Unión Soviética y el campo socialista, en 1994, se funda en Cuba el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente y fue nombrada la Doctora Rosa Elena Simeón Negrín como Ministra.
En 1995, Rosa fue elegida Miembro del Comité consultor de la Naciones Unidas para la Ciencia y la Tecnología.
En 1999 presidió la Delegación de Cuba en la Conferencia Mundial de la Ciencia, organizada por la UNESCO en Budapest.  En el 2002, demostró su reconocido liderazgo internacional en la Cumbre de Desarrollo Sostenible en Johannesburgo, Sudáfrica. Rosa Elena  recibió el Premio “Campeones de la Tierra” del 2004, junto con otros “líderes verdes”, que otorga el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, (PNUMA),  anualmente a personas o grupos distinguidos en el campo del Medio Ambiente, por “establecer un ejemplo a seguir para todo el mundo”, y en particular en su caso por ser “una campeona de los pequeños estados insulares de los países en desarrollo, por ser una suscriptora y una fuerza regional de la filosofía de pensar globalmente y actuar localmente”
Nos contaba también en una entrevista que cuando una mujer llega a un cargo de poder, ella misma se encarga de promover a otras en cargos claves en su equipo de trabajo. Sentencia que demostró y muy bien en su práctica como Directora del CENSA primero y como Presidenta de la Academia y Ministra después
Rosa Elena fue la primera mujer Presidenta de la Academia de Ciencias de Cuba, cargo que ostentó durante 9 años y luego fue Ministra del CITMA por 10 años, desde 1994 hasta su fallecimiento en el año 2004, después de una dura lucha contra el cáncer.
Rosa Elena Simeón fue una mujer que llegó muy lejos como científica y en puestos de poder en su viaje, desde sus tempranos años en los que crecía en el pequeño pueblo de Bejucal.
Hoy, a 15 años de su desaparición física la recordamos con las palabras de Martí en la voz de Balaguer en su despedida de duelo: “la muerte no es verdad, cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”
La comunidad científica cubana le debe mucho a esta mujer valerosa, que sembró la isla de centros científicos nuevos, que en el período especial no cerró ningún centro, que dirigió la Academia y el CITMA con peso, rigor, autoridad y sobre todo ejemplo personal.

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