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Cada año, la Academia de Ciencias de Cuba, el 19 de mayo abre las puertas del Paraninfo para celebrar la fundación de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana, acontecimiento que ha quedado en la historia de Cuba como un hecho de relevancia para la ciencia. Este año, al cumplirse el 159 aniversario, el escenario nacional e internacional impone un nuevo reto, debido a la presencia del COVID-19, que tantas muertes y tristeza ha ocasionado en el mundo. La Academia de Ciencias rememora esta fecha en medio de esta difícil situación, caracterizada por una de las pandemias más peligrosas que haya vivido la humanidad y lo hace precisamente mediante el incansable trabajo de los científicos, muchos de ellos académicos de la institución. Por su condición multidisciplinaria, la Institución está preparada para enfrentar esta epidemia mediante la labor investigativa, en la atención directa con los enfermos o en otros trabajos de apoyo
(tomado de AgenciaCubanaDeNoticias)...
La Academia de Ciencias de Cuba (ACC) revitalizó su función consultiva y contribuye a la coordinación y organización de tareas de apoyo en el enfrentamiento a la COVID-19 en el país y en el exterior.
En la consecución de esos objetivos sobresalen los miembros del Consejo Directivo, las Secciones correspondientes y las Filiales, declaró en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias el Doctor en Medicina Luís Velázquez Pérez, presidente de la institución.
Mencionó el hecho de que las principales actividades son en función de la asesoría, manejo, comunicación, estímulo a la responsabilidad individual, así como la creación de un número especial de la revista Anales de la Academia de Ciencias de Cuba.
Citó entre ellas vínculos internacionales con academias nacionales, la red interamericana y otras organizaciones, mientras en el plano interno diligencias de sus miembros pertenecientes a las universidades, centros de investigación, del El Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica (BioCubaFarma) y hospitales.
Elogió en particular la integración en ese sentido de las cinco filiales existentes en 10 provincias del oriente y centro del país, al igual que de asociaciones científicas.
En un comunicado internacional, destacó el apoyo a las medidas y acciones realizadas en el país, al tiempo que exhortó a la comunidad científica internacional y a varias academias a luchar y trabajar ante los enormes desafíos locales y globales asociados a la COVID-19.
También apoyó la Red Interamericana de Academia de Ciencias en la contribución internacional para prevenir los efectos desastrosos de la pandemia en las personas más desfavorecidas y marginadas del mundo en consonancia con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 3 de la Agenda 2030 de la ONU.
Respaldó la Universidad de Estudios Internacionales de Hebei, China, sobre prácticas y experiencias eficaces en la lucha el nuevo Coronavirus.
Favoreció el proceso de selección de nominaciones de académicos de Cuba, en la conformación de un grupo de expertos internacionales que organiza la Asociación Interacadémica, para consultorías e intercambios sobre la COVID-19, concluyó su enumeración Velázquez Pérez.
(tomado de CUBADEBATE)..
El ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal Miranda, y los directores de los institutos de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK), y de Hematología e Inmunología, Manuel Romero Placeres y Consuelo Macías Abraham, respectivamente, comparecieron este viernes en la Mesa Redonda para actualizar sobre la situación epidemiológica en Cuba ante la COVID-19, a 73 días de diagnosticados los primeros casos en el territorio nacional.
Desde el Palacio de la Revolución de La Habana, los titulares también se refirieron a los saldos que va dejando el diagnóstico, la investigación y la atención médica a esta enfermedad causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, así como la participación en varios proyectos para el tratamiento a los pacientes contagiados y su recuperación.
La COVID-19 continúa siendo una emergencia sanitaria
Al intervenir en el espacio televisivo, el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, se refirió a la participación de Cuba en la 73 Asamblea Mundial de la Salud, y la reunión de Ministros de Salud del Grupo de Contacto del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal), celebradas esta semana de manera virtual.
Ambos encuentros dejaron claro la urgente necesidad de complementarse, trabajar juntos y utilizar las mejores experiencias internacionales, como la forma más acertada de enfrentar la pandemia, comentó el titular.
Portal Miranda reiteró que la COVID-19 continúa siendo una emergencia sanitaria que tiene impacto y paraliza el mundo. “El escenario es complicado y la OMS ha ratificado que queda mucho por hacer”.
Cuba no escapa a ese contexto, reafirmó el ministro, y dijo que “lo que logremos o no dependerá de cómo asuma cada nación ese inmenso reto”.
Lo resultados que muestra la Isla en el enfrentamiento a la pandemia —argumentó— evidencian que la Salud Pública ha sido una prioridad desde siempre. Ejemplificó que la mayor parte del Presupuesto del Estado se destina a la Salud y a la Seguridad Social, aun en medio de escenarios complejos y de las restricciones impuestas por el bloqueo estadounidense.
Hizo alusión a cómo en otros países los sistemas de salud han colapsado, realidad distante a la de Cuba, donde no se ha llegado a ocupar ni el 15% de las camas de terapia intensiva.
Brigadas médicas cubanas combaten la COVID-19 en 24 países
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha dicho que “se han visto expresiones de solidaridad, pero muy poca unidad en la respuesta, muy poca concreción”, apuntó Portal Miranda.
De acuerdo con el ministro, en la actualidad hay 2 579 colaboradores cubanos, organizados en 28 brigadas, que apoyan en 24 países la lucha contra la COVID-19. Esos profesionales se sumaron a los más de 28 000 que se encontraban prestando sus servicios en 59 naciones.
Las brigadas han atendido a más de 31 000 pacientes, y el resto, a más de 23 000 personas, especificó, y destacó que “ha sido alto el reconocimiento al trabajo de nuestros médicos por esas naciones donde laboran”.
Para nosotros, ratificó, lo primero es nuestro pueblo, pero la Revolución nos enseñó a compartir lo que tenemos. “Hemos garantizado la atención en Cuba y ayudado países que nunca han visto un médico”.
Triste noticia la de hoy, sábado 30 de mayo, el fallecimiento del Académico de Mérito, eminente salubrista y sobre todo gran persona gran profesor, Dr. Francisco Rojas Ochoa.
Nacido un 21 de Agosto de 1930 en el barrio rural de San Jerónimo, en la actual provincia de Holguín, Cuba, estaba a pocos meses de cumplir sus 90 años.
Doctor en Ciencias Médicas, Profesor e Investigador de Mérito de la Universidad de Ciencias Médicas, formador de varias generaciones de médicos en Cuba y otros variso países, gran y querido profesor. Especialista de II Grado en Organización y Administración de Salud, Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Salud Pública.
Miembro de la Sociedad Latinoamericana de Medicina. En el 2005 se le otorgó el Premio OPS en Administración por su prominente contribución a lo largo de toda su vida al desarrollo de la Administración de Programas y Servicios de Salud en Cuba y en la Región de América Latina y Caribe.
Nos lega, además de su ejemplo, como científico y como maestro, un acervo de más de 100 publicaciones entre artículos y libros.
Académico activo, todo un caballero, afable, siempre con una sonrisa y una educación exquisita, disciplinado y sobre todo muy respetada. Uno de sus más cercanos amigos académicos ha expresado: “gran pérdida para la Salud Pública cubana”
Ostentaba la Orden Carlos J. Finlay, máximo galardón que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba por sus importantes aportes a la Ciencia.
Todos sus colegas académicos y académicas de la Sección de Biomedicina y el Consejo directivo de nuestra institución se suman al pesar de su familia, compañeros, amigos, alumnos.
La Academia de Ciencias de Cuba, en preparación de nuestro país para
las venideras etapas de desconfinamiento y una nueva normalidad
(post-COVID19) y cumpliendo con su principal función de ser una
institución consultiva y asesora en materia de ciencia y tecnología, está convocando a sus casi 400 miembros a participar en sus sesiones plenaria.
DIA: 15 DE JUNIO 2020, 2PM, en salones en todas las provincias debidamente preparados con todas las normas sanitarias requeridas.
El Pleno estará presidida por máximas autoridades del Estado cubano y del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Entre otros, los principales temas a tratar serán:
• Las acciones de los académicos y científicos y de la ACC
y sus filiales realizadas para contribuir a enfrentar y contrarrestar la enfermedad COVID-19.
• La Academia y su rol en las nuevas fases de la post-Pandemia del país.
• Fundación de Comisiones y grupos de trabajo para
recomendaciones de medidas y acciones para temas del desarrollo a corto y mediano plazo como son:
-Salud para todos,
-Desarrollo de la alimentación y nutrición,
-Recomendaciones e intervenciones de los científicos sociales para la dimensión biopsicosocial, el desarrollo económico, la educación
-Sostenibilidad ambiental (Cuba en el cumplimiento de los ODS)
-Fortalecimiento de la ciencia, la tecnología y la innovación y de las nuevas generaciones del potencial científico cubano
(tomado de granma.cu).. Para reconocer la encomiable labor que realizan, al servir de guía y fuente hacia el conocimiento, se ha escogido el 7 de junio como Día del Bibliotecario, fecha en que viniera al mundo, en 1812, Antonio Bachiller y Morales, figura imprescindible en el gremio, periodista, americanista, historiador y abogado, considerado el padre de la Bibliografía cubana.
Las bibliotecas cubanas han tenido el privilegio de contar, a lo largo de la historia, con ávidos guardianes de la información, profesionales encargados de orientar al público en la búsqueda e identificación de documentos. Esos tesoreros han ampliado considerablemente su campo de acción, para contribuir de manera decisiva con el desarrollo científico y cultural de la sociedad cubana.
Para reconocer la encomiable labor que realizan, al servir de guía y fuente hacia el conocimiento, se ha escogido el 7 de junio como Día del Bibliotecario, fecha en que viniera al mundo, en 1812, Antonio Bachiller y Morales, figura imprescindible en el gremio, periodista, americanista, historiador y abogado, considerado el padre de la Bibliografía cubana.
Este hombre de pensamiento enciclopédico, realizó el primer estudio bibliográfico metódico sobre las letras y las culturas en la Mayor de las Antillas, recogido en su más importante contribución a ese campo, la obra Apuntes para la Historia de las Letras y de la Instrucción Pública en la Isla de Cuba. Asimismo, fue pionero en la creación de un catálogo con los libros y folletos existentes en la colonia luego de la introducción de la imprenta.
En esta oportunidad, los bibliotecarios cubanos conmemorarán su día desde casa, para cumplir con las medidas de aislamiento social impuestas por la expansión de la Covid-19. Sin embargo, la vitalidad típica de esas instituciones donde se reúne buena parte del mundo cultural universal, quedará reflejada en los festejos virtuales que a través de las redes llevaremos a cabo para enaltecer la cardinal tarea de acercar el libro a los demás y mejorar los hábitos de lectura de nuestro pueblo.
Tales han sido siempre, las principales misiones de esos profesionales, inquietos en su tarea de planificar actividades para incentivar el gusto por los libros y la búsqueda del conocimiento desde la niñez, pilares imprescindibles en el cultivo del intelecto del hombre.
Es por ello que en nuestras bibliotecas no faltan jamás los concursos y talleres literarios, encuentros de conocimientos, lecturas y narración de cuentos que esparzan la semilla del leer entre personas de todas las edades, porque los libros construyen sueños, labran la imaginación, derrumban fronteras, sacian las necesidades del espíritu y dotan a los hombres de herramientas para transformar el universo, y son precisamente los bibliotecarios los encargados de sembrar en los demás ese sentimiento de aferrarse a la lectura, como un náufrago a la tabla que les salvará la vida.
Por otra parte, su quehacer se extiende a la colaboración con profesionales de otras áreas, gracias a su dominio de las técnicas de recopilación de la información y datos.
Este siete de junio, el mejor homenaje para esos laboriosos trabajadores, es leer un libro desde casa, para que la visita a la biblioteca esté cada vez más cerca.
(tomado de infoMED)..
No debiera extrañar a nadie la fuerte convicción de los médicos cubanos de que no basta prestar buena atención a la salud de sus compatriotas en tiempos difíciles, como las epidemias, los ciclones, los terremotos y las guerras, sino que es también un deber el procurar ayuda solidaria a los hijos de otras tierras en situaciones similares.
Las hermosas historias de los integrantes de la Brigada que acudió a Chile, en 1960, cuando el terremoto, los que integraron la primera misión de ayuda permanente, cuando Argelia logró su independencia, luego la ayuda médica ante desastres naturales, como el ciclón Mitch, que afectó a Centroamérica y más recientemente, la Brigada Henry Reeve en varios países de diversos continentes, en combate contra el ébola, la Misión Milagro y ahora contra la COVID-19, son buenos ejemplos a imitar.
Un pionero del internacionalismo médico, el doctor Antonio Luaces Iraola, nació el 11 de junio del año 1842, en Puerto Príncipe, hoy Camagüey.
Cursó estudios de medicina en EUA y, durante la Guerra de Secesión (1861-1865) se incorporó al ejército federal del Presidente Abraham Lincoln, prestando servicios en el Cuerpo de Sanidad, terminando la campaña con el grado de coronel.
En 1865 se traslada a Francia y allí se gradúa en la Facultad de Medicina de la Universidad de París, luego revalidó su título en la Universidad de Madrid y regresó a EUA.
Desde Nueva York parte hacia Cuba en una expedición organizada por la Junta Revolucionaria. El grupo expedicionario, integrado por 112 cubanos y 86 norteamericanos, desembarcó el 11 de mayo de 1869 por la península de San Ramón, en la bahía de Nipe, con un buen número de armas, con el propósito de hacer contacto con los insurrectos.
Incorporado al ejército mambí, Luaces fue destinado a prestar sus servicios en Camagüey a las órdenes del Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz (1841-1873), donde llegó a alcanzar el grado de Coronel por los méritos que acumuló como combatiente.
En octubre de 1871 el brigadier Julio Sanguily Garritte fue hecho prisionero por las fuerzas enemigas. Cuando era conducido hacia los campos de Jimaguayú, irrumpió el Mayor con sus hombres para llevar a efecto el rescate del ilustre preso, demostrando gran valor y patriotismo. Entre los cubanos que participaron en esta acción, destaca el Coronel y médico del Cuartel General, Antonio Lorenzo Luaces Iraola, quien demostró valor y serenidad en la acción y lealtad a su jefe, el Mayor Agramonte.
En una instalación ubicada entre el camino real y el que conduce a Santa Cruz del Sur, mientras esperaban la llegada de Salvador Cisneros Betancourt, Presidente de la República en Armas, que estaría en ese lugar el 20 de abril de 1875, fue sorprendido el campamento el día 19. El doctor Luaces cayó prisionero del sanguinario grupo conocido con el nombre de “Los Doce Apóstoles”, integrado por desertores del Ejército Libertador.
Conducido a Camagüey, resistió la presencia insultante del Brigadier Ampudia, quien trató de sobornarlo ofreciéndole el perdón si pasaba a prestar servicios junto al ejército español. Ante este ofrecimiento, le dijo que si hubiera tenido tiempo de ceñir sus armas cuando fueron sorprendidos, se habría ahorrado la vergüenza de tener que escuchar tales palabras, ya que se hubiera suicidado.
Como profesional olvidaba la condición de enemigos de los heridos, a quienes prestaba la más esmerada atención; al tiempo que como combatiente supo ser consecuente con sus ideales, incluso hasta el mismo momento en que la fatal descarga terminó con su vida, el 21 de abril de 1875, cuando pronunció: “Cuán digno es morir por una causa digna y santa”.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
-Delgado García G. Miembros de la sanidad militar del ejército libertador muertos en las guerras por la independencia de Cuba. Cuad Hist Salud Pub 1999;(85):169-170.
-López Serrano E. Efemérides médicas cubanas. Cuad Hist Salud Pub 1985;(69):61, 100.
-Médicos en la guerra del 68. Antonio Luaces Iraola. Arte y Medicina 1952;1(5):18-22.
POR: Profesora Consultante María del Carmen Amaro Cano.
Sociedad Cubana Historia de la Medicina
La Academia de Ciencias de Cuba, en preparación de nuestro país para
las venideras etapas de desconfinamiento y una nueva normalidad
(post-COVID19) y cumpliendo con su principal función de ser una
institución consultiva y asesora en materia de ciencia y tecnología, está convocando a sus casi 400 miembros a participar en su sesion plenaria.
DIA: 15 DE JUNIO 2020, 2PM.
Este ha contado
con la participación de más de 55 autores, distribuidos en 30 trabajos que
abarcan áreas muy disímiles de la ciencia.
Destaca en el número la contribución especial del Presidente de la
República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en coautoría con el Dr.
Jorge Núñez Jover. Sus autores reflexionan aquí sobre las experiencias
acumuladas en el enfrentamiento a la COVID-19 con relación al vínculo
entre los científicos y el Gobierno, e invitan a la reflexión sobre el
papel del Gobierno en su relación con la ciencia. Para Anales es un honor
presentarla hoy a sus lectores.
Los invitamos a consultar este y otros artículos del número en
http://www.revistaccuba.cu/index.php/revacc.
Gracias por su continuo interés en nuestro trabajo,
Dr. Cs. Luis C. Velázquez-Pérez
Presidente de la Academia de Ciencias de Cuba